SRI LANKA

Aterrizaremos en Sri Lanka, y el primer contacto con este país enclavado en mitad del Índico es la ciudad de Negombe, a orillas del mar. 

Aquí podremos conocer cómo de intensa es la relación de esta población con el mar, visitando el mercado del pescado, donde pescadores llegan con la pesca y se crea todo un movimiento vibrante alrededor de esta. Pasear por este mercado es una buena manera de entender más sobre este país que siempre ha vivido de lo que el mar ofrece. Aquí podremos conocer la vida cotidiana de la ciudad, cómo es el día a día de sus habitantes.

A pesar de que en esta ciudad predomina la religión cristiana, el budismo ha estado y está muy presente en la ciudad. Por este motivo otro de los imprescindibles es el templo de Angurukaramulla, donde poder admirar una gran estatua de buda y la entrada con la forma de boca de dragón. Un lugar interesante para entender esta religión. Estupas, tallas, murales y esculturas completan este lugar.

La ciudad es famosa también por los masajes ayurvédicos, por lo que quien quiera (opcional) podrá relajarse en este primer día, para poder recuperarse del largo viaje y estar al día siguiente con toda la frescura para arrancar la aventura!

Pondremos rumbo al norte, para empezar a conocer los paisajes y los contrastes de esta isla tan interesante, la antigua Ceilán.

Nuestra primera parada en esta intensa ruta, nos conduce al Parque Nacional Wilpattu, una extensa zona boscosa y de humedales de más de 1300 km2 donde mediante un safari de media jornada podremos adentrarnos por sus caminos y descubrir sus ecosistemas y lo que la naturaleza en este país esconde en sus bosques: elefantes, osos negros perezosos, leopardos, búfalo de agua, ginetas, mangostas, cocodrilos y un sin fin de aves, entre las que destacan los coloridos pavos reales, de las aves más bellas que existen y que en esta zona abundan.

Haremos noche en las estribaciones del parque nacional, en una zona de vital importancia para fauna y aves.

Cada safari es único y está expuesto al azar. Los animales son salvajes y la naturaleza no se puede preveer.

Nos encaminaremos al corazón del país, y recorreremos el templo de Dambulla Rangiri, ubicado en una cueva. Este templo es famoso y es lugar de peregrinaje desde hace más de 22 siglos. Una extensa área repleta de arte, pinturas, murales y 157 estatuas. Un lugar pintoresco y espiritual a partes iguales.

Después, subiremos a Pindurangala Rock, un mirador privilegiado de toda la zona que ofrece unos atardeceres de película y un horizonte inolvidable. Desde su punto más alto, al que tardamos en llegar aproximadamente 30 minutos de escalones medio rotos y medio trepando por piedras en los últimos tramos, y que está situado a 348 metros de altura, las vistas son de 360 grados e incluyen la mejor panorámica de la fortaleza de Sigiriya y la Roca del León, donde también podremos subir si nos apetece.

Antes de llegar a la zona más alta, pasaremos por un templo budista de 1700 años de antigüedad con un imponente Buda reclinado encajado entre paredes rocosas.

Desde lo alto de esta meseta de roca, tendrás frente a ti las mejores vistas de Sri Lanka.

Nos preparamos para emprender otra jornada y ponemos rumbo a un pueblo rural cercano a la ciudad de Polonnaruwa.

En una ruta en bicicleta, una de las mejores maneras de recorrer este lugar, conoceremos la tradición rural de esta isla. Aprenderemos sobre el trabajo en los arrozales y sobre otros cultivos de temporada y nos acercaremos a la vida cotidiana en este bello pueblo. Conoceremos el trabajo que realizan artesanalmente con coco, o cómo trabajan la madera y cómo hacen funcionar el horno de pan. Entre otros aspectos que nos permitirán saborear lo más auténtico de Sri Lanka.

Cambiaremos de tercio, y nos dirigiremos a la ciudad antigua de Polonnaruwa, cerca del pueblo rural que nos hace de campamento base en la región. Esta ciudad antigua es patrimonio de la Humanidad de la UNESCO y fue capital de la isla entre los siglos X y XII a.C. Este lugar histórico contiene gran cantidad de lugares de interés que nos transportarán en el tiempo. Dentro de la ciudadela, se encuentra el Palacio Real del Rey Parakumbhahu el Grande, La Cámara del Consejo, El Templo de la Reliquia Sagrada, La Casa de la Imagen, El Templo de los Siete Pisos… Y muchos lugares más, muchas figuras de Buda talladas a la perfección, muchos rincones que nos cautivarán, muchos vestigios de tiempos pasados. Incluso un embalse, el del Rey Parakrama.

Recorreremos esta ciudad en bicicleta y descubriremos un mundo antiguo que se abre a nuestro paso.

Amaneceremos en la pequeña población rural y nos calzaremos las botas. ¡Salimos de caminata! 

En este trekking de 3 / 4 horas, descubriremos y nos adentraremos en un paisaje difícil de explicar. Alternando bosques, estanques y zonas rocosas conoceremos esta zona de grutas y cuevas en la que antiguamente los monjes budistas meditaban y buscaban la conexión con ellos mismos ¡Es una zona ideal para lograrlo!

Por la tarde, seguiremos nuestra ruta, y a bordo de un barco ecológico navegaremos las aguas del Parakrama Samudraya, el embalse más grande de la zona de Polonnaruwa. En este recorrido disfrutaremos no solo del paisaje, sino que también podremos admirar gran cantidad de aves, incluso, con suerte, avistar elefantes salvajes en las orillas.

Seguiremos nuestra ruta, y nos acercaremos a la cultura hindú, visitando y conociendo el templo hindú de Muthumari Amman, en Matale. Este templo está dedicado a Mariamman, diosa de la lluvia y la fertilidad. Es un lugar colorido y repleto de estatuas y representaciones de dioses y animales de vivos colores. ¡Más de 1000 estatuas adornan este lugar!

Seguiremos rumbo a Kandy, la que posiblemente sea la ciudad más bella del país, repleta de templos y cultura. En Gatambe, conoceremos un templo budista, apartado de la ruta turística, donde podremos conocer de primera mano las ceremonias, incluso participar en ellas, y entender más sobre cómo funciona un templo budista.

Después, seguiremos conociendo Kandy, podremos visitar alguno de sus famosos templos, como el Templo del Diente de Buda, y pasear por el mercado local donde los lugareños se acercan a comprar frutas, verduras y otros productos. Podremos también disfrutar del precioso lago de la ciudad donde con suerte podremos ver tortugas, grandes varanos, aves…

Esta jornada es una etapa paisajística, en la que nos encaminaremos dirección a la ciudad de Ella, pasando por la ciudad de Nuwara Eliya.

Un recorrido por las Tierras Altas del País, en el que podremos contemplar bellos horizontes, cascadas fotogénicas e inabarcables campos de té, que parecen cambiar su tono de verde según la luz del Sol.

Conocer el mundo del té en estas regiones es conocer Sri Lanka, ya que este rincón del Índico está estrechamente ligado a esta planta.

Esta ciudad es poco monumental, nada que ver con otras ciudades de este país. Lo que destaca de esta ciudad es sobre todo su enclave, situada entre montañas de frondosa vegetación y campos de té, y rebosante de naturaleza. Es por esto que se conoce esta pequeña población. De aire tranquilo, es un lugar ideal para lograr desconectar del ajetreo.

Podremos admirar el Puente de los 9 Arcos, conocido como Puente en el Cielo, que da una imagen de película a este lugar, con su arquitectura colonial que resalta por el entorno verde intenso donde se encuentra. Son 91 metros de largo y unos 24 de altura de estética totalmente fotogénica. Es uno de los lugares más fotografiados del país asiático. Realizaremos un breve trayecto en tren para disfrutar de las panorámicas que nos regala el trayecto entre esta pequeña ciudad y Haputale. 

Nos acercaremos a las cascadas Ravana, muy cercanas a la ciudad, donde la fuerza del agua ruge al precipitarse montaña abajo. 

Y admiraremos toda la zona agreste que rodea este lugar, desde el mirador del pequeño Sri Padaya, donde nos sentiremos rodeados de montañas y de horizontes inmensos.

Estas 2 jornadas realizaremos un trekking de dificultad media (entre 4 y 5 horas aproximadamente diarias) que nos llevará hasta zonas tradicionales ubicadas en tranquilos parajes y a recorrer los paisajes de los alrededores de Ella y Haputale a través de montes, bosques de eucaliptos, campos de té y donde podremos acercarnos a la vida de la población local que cultivan los campos y que viven en pequeñas poblaciones entre montes. Es un trekking para poder sumergirnos en la Sri Lanka auténtica y natural. Una caminata con variedad de paisajes y contrastes, desde bosques tropicales a campos de arroz, pasando por montañas, cascadas, campos de té, pueblos…

El Trekking será diferente en función de la climatología y la época.

Abandonando las tierras altas de la gran meseta central de Sri Lanka, sus cascadas, sus imponentes vistas privilegiadas y su clima fresco y verde, ponemos rumbo a la costa Sur del país, de playas infinitas y palmerales.

Poco a poco nos acercamos al final del viaje, y la mejor manera de ponerle el punto y final es disfrutando de unos baños y un poco de relax y Sol, en la preciosa costa de esta Isla donde desconectar entre palmerales, el relajante sonido del mar y las coloridas barcas de pescadores. Esta franja litoral es una delicia.

Además esta zona es de gran riqueza en vida marina, y en estas playas vienen a desovar gran cantidad de tortugas marinas. La zona es de vital importancia para esta especie que ha encontrado aquí un refugio. (Se puede realizar de manera opcional la actividad de observación de tortugas marinas al anochecer según temporada)

La ciudad de Galle, situada al sur del país, es una de las más importantes del país y su fortaleza es lo más importante y característico. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, esta fortaleza que rodea la zona antigua de la ciudad es una joya arquitectónica de la época colonial levantada por holandeses y portugueses, así como las edificaciones y las calles que desembocan en plazuelas o en el mar. 

Después, tras visitar la fortaleza y el corazón de esta ciudad, si el vuelo lo permite, nos relajaremos en la playa de Unawatuna o nos daremos un último baño si tenemos tiempo y nos apetece, antes de salir hacia el aeropuerto y regresar a casa con la mochila repleta de momentos únicos y vivencias compartidas e inolvidables.

Final del viaje